3 cosas en las que debes pensar si tienes un hijo 3 cosas en las que debes pensar si tienes un hijo

3 cosas en las que debes pensar si tienes un hijo

El nacimiento de un hijo es un momento único en el que sientes un aluvión de sensaciones: felicidad, emoción, ilusión, expectación… y también miedo. ¿Seré buen padre o madre? ¿Será un niño feliz? ¿Podré darle todo lo que necesita? ¿Podré protegerle de todos los males? Aunque no hayamos reparado en ello, el seguro puede ayudarnos a diluir muchas de estas dudas. Si quieres disfrutar de tu papel de padre o madre con tranquilidad, estas son 3 de las cosas más importantes que debes plantearte cuando tienes o vas a tener un hijo.

  1. Protegerte a ti mismo

La primera de ellas es muy obvia. Tener un hijo genera el natural deseo de protegerlo, y la mejor manera de protegerlo es protegerte a ti mismo. Estás llamado a vivir una vida muy larga y seguro que exitosa, pero hay cosas que pueden pasar y que podrían dejar desamparado a ese hijo que ahora depende de ti. Las estadísticas nos dicen, de hecho, que natalidad y contratación de un seguro de vida están íntimamente relacionados. Máxime si tenemos en cuenta que la paternidad (sobre todo la primera) suele coincidir con la adquisición de la vivienda; y también es buena idea proteger esa operación de préstamo hipotecario con un seguro que garantice que, si pasa lo que no debe a pasar, no vas a dejar la deuda tras de ti.

   2. Cuidar de tu salud y la de tu familia

La segunda es que cuando tenemos descendencia, la protección de la salud (la suya y también la nuestra) se convierte en una prioridad. Ésta es la razón de que la mayoría de las ofertas de seguro de salud en el mercado presenten la forma familiar, que sale más barata que comprar un seguro individual para cada uno de los miembros de la familia. No te olvides de hablar de esto con tu jefe; los seguros de salud a través de la empresa salen muy a cuenta.

Cosas en las que pensar al tener un hijo

   3. Pensar a largo plazo

No hay que pensar sólo en negativo: piensa también en positivo. El tercer planteamiento que te proponemos hacerte es el del futuro de tu hijo. Tú quieres lo mejor para él o ella, la mejor educación y las mejores oportunidades. Pues bien, tienes una ventaja, y es que tu recién nacido va a tardar unos cuantos años (18, en el mejor de los casos) en necesitar recursos para formarse o emprender un proyecto profesional. ¿Por qué no empiezas a ahorrar desde el primer día? Puedes guardar en una hucha hasta que llegue el momento o contar con un seguro dotal, creado específicamente para este fin, o cualquier tipo de seguro de ahorro, que dará una mayor rentabilidad a tu dinero. Con ellos, podrás construir poco a poco una reserva de recursos que estará ahí cuando tu hijo sea mayor de edad y tenga sueños; casi sin darte cuenta, tú podrás pagárselos.

Como ves, hay unas cuantas dimensiones a tener en cuenta desde el punto de vista del seguro cuando tienes un hijo. Para que, así, el pan que trae debajo del brazo, sea más grande.