Agroseguro, apoyo del campo español ante un año difícil
El año 2022 fue un año duro para el campo: la grave helada de comienzos de abril, las tormentas de pedrisco, los daños ocasionados por la falta de precipitaciones, las altas temperaturas y los golpes de calor durante el estío se hicieron sentir sobre las cosechas y las cabañas ganaderas. Por suerte, el seguro estuvo ahí para apoyar a los empresarios del campo. Agroseguro desembolsó 769 millones de euros en concepto de indemnizaciones ese ejercicio. Un 6,5% más que el año anterior. Se trata de la cifra más alta jamás pagada por el pool de aseguradoras que protege el campo español.
Las cifras de Agroseguro confirman la creciente recurrencia de los fenómenos climáticos. Los años 2012, 2017, 2018, 2020, 2021 y, ahora también, 2022 figuran entre los ejercicios en los que el seguro paga más indemnizaciones en la historia del seguro agrario español.
El máximo histórico de 2022 se explica por la reiteración y severidad de fenómenos meteorológicos adversos. La grave helada del primer fin de semana de abril provocó daños de alta intensidad en producciones del valle del Ebro e interior peninsular, especialmente en frutales y almendro. Por este incidente, Agroseguro abonó indemnizaciones por valor de 259 millones.
2022 también se ha caracterizado por largos periodos de altas temperaturas (olas de calor) que, combinados con la falta de precipitaciones, han resultado perjudiciales para los cultivos cuyo desarrollo coincide con el verano y el comienzo del otoño, principalmente girasol y olivar. En total, Agroseguro ha abonado 117 millones a agricultores y ganaderos por daños por sequía.
Entre tanto, las fuertes borrascas cargadas de pedrisco, viento y lluvia, en ocasiones responsable de desbordamientos e inundaciones, sumaron daños por valor de otros 165 millones de euros.
Al igual que ocurriera en 2021, el número de siniestros se situó en 2022 por encima de los 1,6 millones. La superficie afectada por los percances rondó los dos millones de hectáreas. Todas estas cifras constatan los graves efectos que la realidad climática provoca sobre el campo y confirman la importancia del seguro agrario como forma de protección del futuro y viabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas.
240 millones de euros en indemnizaciones para los fruticultores asegurados
Por producciones, destacan las indemnizaciones récord abonadas a los fruticultores, que en 2022 alcanzaron los 240,2 millones, como consecuencia de las graves heladas del mes de abril, y a los productores de cultivos herbáceos, con 126,1 millones de euros.
Además, la inestabilidad meteorológica ha sido responsable de daños por valor de 52,1 millones en producciones de cítricos, así como cuantiosas indemnizaciones en frutos secos (44,6 millones), hortalizas (42,5 millones) y uva de vino (38,4 millones). El resto corresponde a otras producciones entre las que también destacan el olivar (22,9 millones), la uva de mesa (11,1 millones), la cereza (10,8 millones) y el caqui (10,5 millones).
Por último, en el caso de los seguros pecuarios, las indemnizaciones se situaron en 154,5 millones, con 54,2 millones abonados a los ganaderos asegurados en las diferentes líneas de ganado vacuno.
Un año más se confirma que la mejor forma de garantizarse la producción del año es estar asegurado. Agroseguro cumple con su función de proteger la actividad agraria. Al mal tiempo, buen seguro.