Cómo llenar tu hucha para la jubilación
Si alguna vez te has planteado ahorrar para la jubilación, habrás llegado a la gran pregunta: ¿cómo lo hago? Aunque tú no lo sepas, técnicamente esa pregunta se formula de la siguiente manera: ¿plan de pensiones, o plan de previsión asegurado (PPA)? Tal vez la cuestión, así planteada, te confunde más que te aclara las cosas. La buena noticia es que se puede explicar. A ver si lo conseguimos.
Los planes de pensiones y los PPA son parecidos, pero distintos. Hermanos mellizos, que no gemelos. La primera cosa que tienen en común, y que los convierte en hermanos, es que ambos son productos específicamente diseñados para quien desee ahorrar y procurarse con ello unos ingresos en el momento de la jubilación. La segunda es que su tratamiento fiscal es muy atractivo y que ambos gozan de las mismas ventajas fiscales; y la tercera que no se pueden cobrar hasta la jubilación, salvo en caso de incapacidad o fallecimiento o en los supuestos excepcionales de disposición anticipada por desempleo, enfermedad grave o ejecución de la vivienda habitual.
Planes de pensiones, al detalle
Un plan de pensiones es un fondo en el que inviertes conjuntamente con otros ahorradores (que, como tú, reciben el nombre de partícipes) para acumular un ahorro. A ti te corresponde un trozo de ese fondo, trozo que será más grande o más pequeño dependiendo de lo que pongas y, por supuesto, del resultado que den las inversiones.
Los planes de pensiones denominados del sistema individual, que son los que puedes adquirir como particular, son de muchos tipos dependiendo de su vocación inversora (lo cual quiere decir que tú, al comprar uno u otro, decides por qué tipo de inversión quieres apostar).
Los hay de renta fija, variable, mixtos, euro, internacionales… Pero todos se parecen en una cosa: no garantizan la devolución del capital invertido, es decir, puedes perder dinero con ellos.. Son, por lo tanto, productos en los que el riesgo de que los mercados vayan mal lo corres tú (aunque existen unos fondos llamados garantizados que te liberan de ese riesgo durante un tiempo).
Un plan de pensión de sistema individual tiene el riesgo de que, si va mal, pierdes dinero
El Plan de Previsión Asegurado como seguro de vida
Esto es, pues, un plan de pensiones. Pero ¿qué es un PPA? Lo primero que hay que decir del PPA es que es un seguro de vida (el plan de pensiones no lo es). Por razón de ser un seguro y de su diseño legal, el PPA tiene diferencias importantes respecto de su hermano mellizo, entre las cuales las más relevantes son:
- Dado que es un seguro, además de generar un ahorro para que lo recuperes en el futuro, también te ofrecen una indemnización adicional por fallecimiento o invalidez.
- La ley obliga al PPA a ofrecer, como mínimo, una garantía de tipo de interés a vencimiento, por lo que no puedes perder dinero con ellos. Con el PPA siempre tendrás la seguridad de que cuando te jubiles al menos cobrarás lo aportado más una rentabilidad adicional.
¿Cuál de las dos alternativas es la mejor?
Pues ninguna; o, mejor, las dos. El PPA te garantiza que tu asiento no se moverá aunque haya turbulencias, pero también es más prudente en sus inversiones. El plan de pensiones, al contrario, te expone a riesgos de pérdida del capital invertido, pero eso significa que participas en inversiones que potencialmente pueden dar mayores rentabilidades. En resumen, eres tú quien tiene que situarse en el punto entre riesgo y rentabilidad que te resulte más cómodo y, una vez hecho esto, decidirte por qué producto o productos vas a adquirir.
Puedes adquirir los dos a la vez y traspasar dinero de uno a otro sin consecuencias fiscales
Puedes adquirir los dos a la vez, no son incompatibles. Puedes destinar parte de tu ahorro a uno y otra parte a otro. Y hay también otra buena noticia: puedes traspasar en cualquier momento lo que tienes ahorrado en un plan de pensiones a un PPA, o de un PPA a un plan de pensiones, las veces que quieras; además, esos traspasos lo serán sin consecuencias fiscales, lo cual quiere decir que Hacienda no te cobrará nada.
Lo importante es que ahorres, pero que lo hagas como a ti te guste, de la forma que te haga sentir cómodo. Y para eso necesitas entender que los dos grandes productos de ahorro para la jubilación se parecen, pero también son distintos. A ti te corresponde elegir el “mellizo” que te gusta más.
