
Incendios

CONSEJOS DE PREVENCIÓN
Medidas básicas para prevenir los incendios
Estas son algunas medidas que te pueden ser de gran utilidad para prevenir un percance por incendio en tu negocio:
Identifica los riesgos
La identificación de las fuentes de peligro que existen en la empresa es el punto de partida que te permitirá abordar las tareas de prevención de una forma estructurada.
Desde el conocimiento de tu empresa y de la actividad que desarrolla, debes realizar un inventario exhaustivo de qué actividades o procesos pueden provocar un incendio
Debes relacionar los materiales que se utilizan y cómo se almacenan las materias primas y los productos terminados, estableciendo sus características de carga térmica (cantidad total de energía contenida en un material combustible cuando se quema) y su combustibilidad (facilidad o dificultad que presenta un material o combustible para arder).
Evalúa las consecuencias
El desarrollo de un incendio no solo depende de los materiales que pueden arder. La forma de distribuirlos y el entorno influirán de manera notoria en su propagación y en las consecuencias del mismo.
El incendio de un cargador de baterías no tendrá las mismas consecuencias si está situado en un lineal de estanterías que si se encuentra en un recinto específico para tal fin.
Una vez conozcas los riesgos a los que te encuentras expuesto, necesitarás prever cómo se desarrollarán los diferentes escenarios y la frecuencia con que pueden ocurrir.
Una vez analizadas las consecuencias de cada uno de ellos serás capaz de priorizar las acciones para prevenir los daños por incendio, teniendo en cuenta que algunos tendrás que considerarlos porque ocurren muy a menudo, aunque el daño no sea muy grande; y otros porque, aunque la probabilidad de que ocurran sea baja, sus efectos serían de gran magnitud.
Hay dos grandes formas de limitar la propagación de un incendio. Una es evitar su avance mediante elementos constructivos que resistan al fuego durante un determinado tiempo, lo que se conoce como compartimentación o protección pasiva. La otra es la instalación de sistemas de extinción de incendios, que de forma manual o automática, permitirán apagar o controlar el incendio hasta la llegada de los bomberos.
Analiza la compartimentación
La compartimentación consiste en dividir en sectores el establecimiento en cuestión, de forma que un posible incendio solo afecte a ese sector, sin que se propague al resto. La sectorización de las nuevas construcciones está marcada en la legislación vigente. No obstante, con el paso del tiempo esta se ve afectada por reformas, por pasos para nuevas instalaciones o por averías en los elementos de cierre. Por ello es muy importante estudiar el estado actual de la misma para mejorarla o reparar los daños que haya sufrido.
Analiza las instalaciones de protección contra incendios
En el mercado existen diferentes sistemas de protección contra incendios, cada uno con sus características diferenciales y sus aplicaciones, y se diseñan para un determinado proceso, un tipo de material y una configuración de almacenamiento. Un cambio en el proceso, en la forma de almacenar o en el producto almacenado puede llevar a que la instalación existente deje de ser efectiva. El simple hecho de retractilar los pallets puede obligarte a duplicar el número de rociadores en las estanterías.
Conoce tus instalaciones de protección contra incendios y analiza sus prestaciones. La información debería estar recogida en los proyectos.
Sistemas de detección de incendios
Las nuevas tecnologías han llevado a los sistemas de detección de incendios a unos grandes niveles de precisión, que los hacen muy eficaces para la detección de conatos de diferentes tipos de fuegos y para la ubicación y evolución precisa de ellos. Pero, a diferencia de los sistemas de extinción, solo avisa de su existencia, permitiendo poner en marcha el plan de emergencia establecido. En determinados casos activará otros sistemas, que serán los encargados de su extinción.
Conecta las instalaciones con una central receptora
Si se desencadena un incendio, el sistema de detección dará una alarma local e informará en el panel o en un ordenador de todo lo que ocurre en relación con el accidente, lo que permitirá actuar en consecuencia.
De nada sirve contar con el mejor sistema de detección si, al producirse una señal, no se inicia el correspondiente procedimiento de actuación.
Por ello es de vital importancia conectar el sistema a una central receptora de alarmas especializada a través de un transmisor específico e independiente, que haga llegar toda la información disponible a un operador profesional. Con los datos recibidos y con el apoyo de otros sistemas a los que pueda tener acceso, como el sistema de circuito cerrado de televisión (CCTV), este podrá optimizar la toma de decisiones, desde comprobar que es una falsa alarma hasta guiar a los bomberos hasta el foco del incendio.
Establece reglas y rutinas
Algunos de los riesgos identificados serán inherentes al proceso productivo y no podrán ser eliminados. Además de protegerlos con las medidas técnicas necesarias, deberás estandarizar y documentar el manejo de los mismos, de forma que todas las personas involucradas sepan qué deben que hacer en cada momento para mantener controlado ese riesgo. La improvisación y la falta de atención son dos causas habituales de accidentes.
La ley de riesgos laborales obliga a evaluar los procesos productivos peligrosos y a dotar de equipos de protección a los trabajadores. Sé riguroso en su cumplimiento, dota a los trabajadores de los equipos de protección individual (EPI) necesarios, exige su utilización y, sobre todo, preocúpate de formarlos en su uso y en los procedimientos a seguir para desarrollar su trabajo con eficiencia.
Manejo de residuos
Los residuos son también una parte del proceso productivo. Prepara procedimientos para su tratamiento y haz que se cumplan. Necesitarás recipientes o contenedores adecuados para cada tipo de residuo. En el interior de tus instalaciones evita los recipientes plásticos, utilízalos preferiblemente metálicos y con tapa. Si los residuos son combustibles, limita su tamaño cuando deban estar en el interior del establecimiento y vacíalos con frecuencia, si es posible, en otros de mayores situadas en una zona segura en el exterior.
Sustancias inflamables
El manejo y almacenamiento de las sustancias inflamables es uno de los puntos más peligrosos en cualquier actividad. Sé riguroso en su tratamiento y cumple con la legislación vigente. Un armario ignifugo es la mejor opción para guardar cantidades limitadas de estos productos. Si el volumen es mayor, será necesario disponer de un almacén independiente dotado de las medidas de seguridad pertinentes acordes con la legislación vigente.
Puntos calientes
Una de las principales causas de incendio en las empresas son los trabajos en caliente, como la soldadura, oxicorte, manejo de radiales, etc. Estas actividades generan puntos calientes que, en contacto con un material combustible pueden generar la ignición del mismo, produciendo un incendio de forma inmediata o manteniéndolo latente durante horas para su posterior desarrollo. Es por ello que este tipo de trabajos deben limitarse al mínimo imprescindible y realizarse bajo unas estrictas medidas seguridad y control que garanticen el desarrollo del trabajo sin poner en peligro vidas y bienes.
El permiso de fuego
El procedimiento para la autorización y el desarrollo de estas actividades se conoce como “permiso de fuego”. La primera etapa del mismo consiste en la solicitud de actuación. En ella la persona que necesita realizar un trabajo en caliente, refleja en un formulario toda la información sobre el mismo, dónde, cómo, cuándo y porqué se va a llevar a cabo, así como las medidas de protección que se van a implementar para minimizar el riesgo. La autorización del trabajo corresponde al responsable de la seguridad contra incendios del establecimiento, persona designada por la dirección para este fin. Esta persona debe comprobar que la operación es necesaria y no puede llevarse a cabo de una forma alternativa. En caso de conformidad, firmara el permiso y este podrá llevarse a cabo.
Además de las medidas habituales, como disponer de extintores cercanos y proteger con planchas o mantas ignifugas los materiales combustibles cercanos, se debe implementar la figura del supervisor o controlador. Esta será una persona que vigilará que la operación se desarrolla según lo previsto, ya que el operario tendrá limitada la visibilidad por las características del trabajo desarrollado. Este supervisor deberá permanecer en la zona el tiempo establecido en el permiso de fuego para garantizar que no se produzca una ignición tardía.
No es aconsejable realizar trabajos en caliente una hora antes de finalizar el turno de trabajo. Se deberá controlar la zona una vez terminado el trabajo y antes del cierre de las instalaciones.
El plan de autoprotección
El plan de autoprotección es un documento que recoge toda la información relacionada con un posible incidente, generalmente relacionado con el incendio o explosión, pero que puede extenderse a otros sucesos que necesiten una evacuación, como una amenaza de bomba, ataque terrorista o similar. La norma básica de autoprotección indica qué establecimientos deben disponer obligatoriamente de un plan de autoprotección y cuál debe ser su contenido (en función de las características del establecimiento). Independientemente de la obligación legal de disponer medidas de emergencia que marca la Ley de Riesgos Laborales, todo establecimiento debería tener un plan de autoprotección adaptado a sus necesidades.
Conceptualmente el plan se divide en cuatro bloques:
Evaluación del riesgo
Es necesario conocer la actividad desarrollada y el entorno en el que se lleva a cabo. Hay que determinar la ocupación, la capacidad y las alternativas de las vías de evacuación, los sectores existentes, las zonas a las que se puede evacuar… Debe conocerse el entorno.
Medios disponibles
Es necesario realizar un reconocimiento del entorno. Es necesario disponer de la información relativa a medios materiales y humanos que pueden utilizarse en caso de accidente. Además de las instalaciones de protección contra incendios, se recogerán todos los medios disponibles para evacuar a las personas.
Plan de emergencia
El plan de emergencia es el procedimiento que relaciona los tres aspectos anteriores, estableciendo de forma unívoca quién, cómo y cuándo actúa, en cada una de las situaciones previstas, y qué medios se deben utilizar.
Implantación
La implantación es el proceso que permite poner en marcha el plan. Es imprescindible la formación del personal involucrado en el plan y la concienciación de la totalidad del equipo. Todos deben saber qué se espera de ellos. En la emergencia no cabe la improvisación. La organización de simulacros anuales pondrá a prueba todo el plan diseñado y permitirá la mejora continua del sistema. Es necesario mantenerlo actualizado.
Planes de contingencia y continuidad de negocios
La seguridad absoluta no existe, los accidentes ocurren. Factores externos o no previstos pueden generar un siniestro con gran afectación a la actividad. Si tienes contratado el seguro adecuado, podrás resarcirte de las pérdidas provocadas por el accidente. Incluso por las pérdidas de benéficos que sufra la empresa por la falta de actividad mientras dure la reconstrucción. Pero ello no garantiza que, cuando vuelva a estar plenamente operativa, mantenga su cuota de mercado. Los clientes habrán buscado otros proveedores.
Por todo ello la elaboración de un plan de contingencias y de continuidad de negocio es imprescindible para superar un gran siniestro. El planteamiento de “qué haría yo hoy si ayer se hubiese incendiado mi negocio” es un buen punto de partida.
Deben contemplarse todas las alternativas que te permitan continuar ofreciendo tus productos o servicios. Debes tener en cuenta las necesidades de centros alternativos para el suministro, la producción y el almacenamiento. La subcontratación, planes de apoyo mutuo con empresas competidoras u otras alternativas deben contemplarse para optar por la mejor opción y negociarla con antelación. Incluir claramente los datos de las empresas que has identificado como posibles colaboradores reducirá los tiempos de actuación.
Debes optimizar los procedimientos de operaciones de respuesta ante incidentes para minimizar los tiempos de implantación del sistema alternativo, que deberá ser inferior al “período de recuperación crítico”, a partir del cual la empresa incurrirá en pérdidas significativas.
Control y operación de las instalaciones de protección contra incendios
Los sistemas de protección contra incendios (PCI) son muy eficaces. Las personas encargadas de su manejo o control deben conocer sus principios de funcionamiento y estar familiarizados con su operativa. El cierre de una válvula o la desconexión de un detector pueden provocar que un incendio se descontrole. Por ello, deben procedimentarse todas las operaciones para el control y operación de las instalaciones, de forma que los usuarios puedan interpretar todas las señales que reciban y obrar en consecuencia.
Mantenimiento obligatorio
El reglamento de instalaciones de protección contra incendios fija los requisitos que debe cumplir una empresa mantenedora para prestar los sus servicios en el ámbito de la protección contra incendios, así como los mantenimientos a los que hay que someter a todas las instalaciones de PCI, tanto en alcance como en periodicidad. Exige un programa de mantenimiento trimestral y semestral, que puede llevarse a cabo por una empresa habilitada o por el personal del usuario o titular de la instalación. Igualmente exige un programa de mantenimiento anual y quinquenal de esos sistemas, que debe realizarlo una empresa mantenedora habilitada.
Asegúrate de que la empresa contratada está habilitada por una comunidad autónoma y exígele que realice todas las operaciones que marca el reglamento.
Exige el informe de mantenimiento, firma su recepción, léelo con detalle y toma en consideración las recomendaciones contenidas en él.
Mantenimiento voluntario
El mantenimiento obligatorio es un mantenimiento de mínimos, que se puede complementar con otras actuaciones sobre las instalaciones para mantener su eficacia. Hay muchas tareas que no deben esperar la próxima visita del especialista en mantenimiento. La descarga de un extintor, la avería en una instalación o cualquier otra anomalía detectada en una instalación de protección contra incendios debe notificarse de inmediato a la empresa mantenedora para que proceda a la subsanación del defecto.
Comprueba periódicamente que los sistemas manuales de extinción (Extintores y mangueras) no estén bloqueados y sean fácilmente accesibles.
Mantenimiento de elementos compartimentadores
Los sistemas de protección pasiva que compartimentan los establecimientos no están sujetos a mantenimiento obligatorio, por lo que debes prestarles especial atención. Debes evitar el bloqueo de puertas y compuertas cortafuegos, eliminando cuñas u otros objetos o sistemas de cierre no homologados que impidan su actuación en caso de necesidad. Los pasos de conductos e instalaciones a través de elementos compartimentadores deben sellarse con material resistente al fuego.
Orden y limpieza
El orden y la limpieza son conceptos que van mucho más allá de una actitud preventiva frente al incendio. Es un factor que con su sola presencia causa una impresión de profesionalidad. Pero más allá de las apariencias, debe formar parte del modelo de gestión de cualquier negocio.
Puestos de trabajo ordenados y limpios dan lugar a establecimientos ordenados y limpios, donde se disminuye significativamente la probabilidad de que se produzca un incendio y se dificulta su propagación, además de facilitar la intervención de los equipos de intervención propios en una primera instancia y de los bomberos profesionales una vez que lleguen al lugar del siniestro.
Es muy conveniente que realices supervisiones periódicas para comprobar que todo está en orden.
Prepara un listado de temas adaptado a tus necesidades para facilitar la revisión. Si detectas fallos, lleva cabo las acciones correctoras y transmite las consignas necesarias para que no vuelvan a repetirse.
Almacenamiento de la mercancía
Todos los trabajadores deben detener claras las indicaciones para el almacenamiento de la mercancía. La utilización de los espacios destinados a cada producto garantiza el funcionamiento de las instalaciones diseñadas para su extinción. El uso de pasillos u otras zonas de transito dificultará la evacuación e impedirá una temprana extinción del incendio
Carga de baterías
La zona de carga de baterías es uno de los orígenes de incendio habituales. Un espacio independiente, separado de zonas de almacenamiento, evitará que un incidente en el proceso carga origine un incendio.
Cámaras termográficas
Las cámaras termográficas realizan fotografías en el espectro de la radiación infrarroja, obteniéndose una imagen en la que el color de cada pixel indica su temperatura. Permiten conocer de una forma rápida y sencilla la temperatura de múltiples puntos.
Análisis termográfico
El análisis termográfico es de especial aplicación en cuadros y circuitos eléctricos y en piezas o maquinas que generan calor por rozamiento, como cojinetes.
Para obtener toda la información de un análisis termográfico, es necesario realizar análisis periódicos para evaluar si algún elemento ha aumentado su temperatura de forma significativa desde el anterior estudio. Esto aporta información sobre la degradación el elemento y la necesidad de su sustitución.
Establece un presupuesto para cada una de las tareas indicadas con anterioridad
Considera la protección contra incendios como una inversión, no como un gasto.
Incluye en los presupuestos las dotaciones necesarias para abordar todas las mejoras necesarias.
Solicita al menos tres ofertas y asesórate por una tercera parte sobre la idoneidad de las soluciones propuestas. Tu aseguradora tiene expertos en la materia y puede ayudarte a encontrar la mejor solución.
Establece un calendario para abordarlas
La actividad diaria de una pyme puede ocupar todos los recursos de la empresa. Las tareas productivas se imponen al resto, relegando actuaciones no urgentes hasta que las circunstancias lo permitan.
La seguridad contra incendios debe considerarse como estratégica. Para evitar que lo urgente te impida realizar lo importante, debes fijar y cumplir un calendario de trabajo para la implementación de las medidas acordadas.
Designa una persona responsable para cada una de ellas
Una vez hayas decidido qué medidas vas a implementar en la empresa para mejorar su seguridad contra incendios, designa a una o varias personas para que actúen como responsable de su implantación y, si todas las tareas no recaen en la misma persona, establece los mecanismos de coordinación necesarios ente ellas.
Consensúa con tu equipo el calendario de trabajo y comunícales el presupuesto del que disponen.
Forma al equipo para que conozca los procedimientos
La formación y la concienciación de todas las personas en los procedimientos de trabajo y de emergencia evitarán la improvisación y con ello, minimizará los efectos de cualquier incidencia.
Los simulacros periódicos y la formación práctica son las mejores opciones para garantizar que cada persona conozca su cometido en todo momento.