¿Cuánto cuesta asegurar Las Majas de Goya?
Robar una obra de arte no parece tan complicado cuando lo hacen Sean Connery o Peter O’Toole en la pantalla del cine. Pero eso son invenciones. Por lo general los ladrones de obras de arte, además de tener muchísima suerte, deben controlar un montón de materias para aprovechar los últimos avances de la tecnología.
A la tradicional vigilancia de las salas por guardias de seguridad, se añaden los amarres específicos para las obras, los sistemas de detección del movimiento o cambios de temperatura, rayos X, pórticos de seguridad y otros gadgets que el común de los mortales no puede ni imaginar.
A pesar de que robar no es fácil, el arte se asegura; sobre todo, cuando viaja prestado a otras galerías y museos. El aseguramiento de obras de arte se hace de clavo a clavo; una expresión profesional que quiere decir que el seguro la protege desde que se le quita el primer clavo hasta que se le clava el último. Es decir, la obra se encuentra protegida en todas las fases del transporte y la exposición, hasta que vuelve a las manos del propietario.
De cada 10.000 personas una podría robar una obra de arte
Los aseguradores de obras de arte son pocos. Cada obra es un mundo y hacen falta aseguradores que las conozcan bien y, por ello, gocen de la confianza de los propietarios y de los expositores.
Has de saber también que, durante el transporte de las obras de arte hay, en ocasiones, un acompañante del museo donde se expondrá esa obra que es responsable de supervisar la mercancía.
En términos muy generales, se suele decir que asegurar una obra de arte que viaja a una exposición viene a equivaler al 1 por 10.000 de su valor[1]. De alguna manera, este dato implica que, si las aseguradoras hacen bien sus cálculos, de cada 10.000 personas que se plantean robar una obra de arte, una lo consigue.
Asegurar una obra de arte que viaja a una exposición viene a equivaler al 1 por 10.000 de su valor
Así que, si para hacerte rico estás decidiéndote entre robar una obra de arte o ganar el bote de Pasapalabra, nuestra sincera recomendación es que te compres un diccionario.
[1] Vesque-Jeancar, Valérie. (2016). Les risques liés aux grandes expositions d’art. Nº106 Risques, Les cahiers de l’assurance (pp.19-23). Paris (France): Seddita