Detección precoz y control nutricional, claves para tratar la celiaquía
Cerca de 450.000 personas sufren la Enfermedad Celíaca en España, lo que representa cerca del 1% de la población. Son datos de la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE), desde donde señalan, además, que el principal problema de los afectados es que muchos de ellos ni siquiera saben que tienen esta enfermedad ya que no han recibido un diagnóstico como tal y achacan sus síntomas a otras dolencias.
Dolor estomacal, pérdida de apetito y peso, anemia, diarrea… son síntomas crónicos que pueden tener las personas con Enfermedad Celíaca y, sin embargo, pueden relacionarlos con virus, bacterias o incluso simplemente mala alimentación. Nada más lejos de la realidad, la Enfermedad Celíaca es una enfermedad autoinmune que provoca el propio organismo al considerar como una amenaza las sustancias presentes en el gluten. Al combatirlas, el propio organismo acaba dañando el intestino delgado, provocando que éste no pueda absorber bien los nutrientes de la comida y, por lo tanto, dejando al cuerpo sin la energía necesaria para su correcto funcionamiento.
Síntomas de la Enfermedad Celíaca
Aunque esta enfermedad suele ir vinculada de forma generalizada a la pérdida de apetito y bajo peso, como señalan desde FACE, los síntomas pueden varían en función de la edad:
- En la infancia, los síntomas principales son diarrea crónica, distensión abdominal, anemia e incluso irritabilidad.
- En la adolescencia, heces pastosas, fallos de crecimiento, retraso puberal o irregularidades menstruales.
En la edad adulta, anemia, dolor abdominal, diarrea crónica, gases y problemas digestivos, colon irritable, infertilidad, osteoporosis.
Pruebas diagnósticas de Enfermedad Celíaca
Como en la mayoría de enfermedades, un diagnóstico temprano es la mejor forma de evitar males mayores. En el caso de la celiaquía, cuanto más tiempo esté el cuerpo combatiendo el gluten, más efectos adversos puede dejar en el organismo. De hecho, una vez diagnosticado, en cuanto el paciente empiece a seguir una dieta libre de gluten, es posible que los síntomas reviertan en solo unos días, aunque en algunos casos esto puede llevar más tiempo.
Existen tres tipos de pruebas para diagnosticar la enfermedad:
- Pruebas serológicas. Se trata de una analítica de sangre que analiza cuatro tipos de anticuerpos distintos: antigliadina (AGA), antiendomisio (EMA), antitransglutaminasa tisular (AAtTG) y antitransglutaminasa deamidada (DGP).
- Pruebas genéticas. Esta enfermedad tiene un componente genético en algunos pacientes en los que se ha detectado la prevalencia de los genes HLA-DQ2 o HLA – DQ8. Por ello, un estudio que detecte la presencia de estos dos genes, puede ser indicativo de celiaquía.
- Biópsia intestial. Con esta prueba, se obtiene una muestra de la mucosa del intestino delgado para comprobar si existe atrofia de las vellosidades, que es el tipo de lesión que provoca el cuerpo al combatir la presencia del gluten.
Recuerda que tanto para una primera consulta clínica, como para la realización de las pruebas diagnósticas en caso de que así lo recomienden los médicos, puedes utilizar los servicios del seguro de salud que, entre otros, te permite acceder directamente al especialista sin necesidad de pasar previamente por el médico de familia.
Recuerda que tanto para una primera consulta clínica, como para la realización de las pruebas diagnósticas en caso de que así lo recomienden los médicos, puedes utilizar los servicios del seguro de salud que, entre otros, te permite acceder directamente al especialista sin necesidad de pasar previamente por el médico de familia.
Una vez detectada la Enfermedad Celíaca, un cambio en la alimentación para suprimir el gluten por completo permite revertir los síntomas y llevar una vida normal. El gluten, además, es una sustancia totalmente prescindible para el organismo por lo que no es necesario suplir su ausencia con ningún otro complemento.
Las visitas con el especialista, además, permiten hacer un seguimiento sobre la dieta sin gluten y valorar sus efectos positivos sobre el organismo.