El seguro agrario, el riego financiero frente a la sequía | Blog Estamos Seguros El seguro agrario, el riego financiero frente a la sequía | Blog Estamos Seguros

Protege los cultivos de la sequía y evita que se seque tu renta

Dicen que sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena, pero quizás tampoco nos acordamos de ella cuando no sólo deja de tronar, sino que deja de llover. Y una forma de hacerlo es asegurar las producciones agropecuarias, para que, así, cuando los cultivos se secan, no se sequen también las rentas de los agricultores.

En el año 2022, el 22% de las indemnizaciones pagadas por el seguro agrario español estuvieron derivadas de los daños por sequía. Ha habido sequías peores, como por ejemplo la de 2012; pero la ocurrida en el año que acaba de terminar tiene la característica de ser global. En absolutamente todas las comunidades autónomas se produjeron pagos por razón de sequía, lo cual quiere decir que en ningún rincón de España el suelo se libró de pasar sed. De todas ellas, la que mayor volumen de indemnizaciones registró es Castilla y León, con casi 50 millones de euros, seguida de Andalucía, con 23,2 millones, y Cataluña, con 13,3 millones. Pero, como te decimos, en realidad ni un solo territorio de España (sí, incluidos aquéllos donde siempre llueve) se libró de sufrir daños.

El año comenzó con unos meses de enero y febrero que apuntaron maneras. Marzo, sin embargo, fue relativamente prolijo en agua; pero, inmediatamente, se sucedieron tres meses muy secos y, acto seguido, un verano tórrido, con temperaturas inusitadamente altas sostenidas durante muchos días, que ya terminó de confirmar la vitola de año de sequía para el 2022.

La sequía ya se asentó en la primera mitad del año y esto hizo del cereal de invierno uno de los principales “paganos” de la situación; mientras que, en el segundo semestre, el girasol y el olivar fueron los cultivos que experimentaron problemas más directamente.

La sequía no es algo que desee nadie, pero, lo que es un hecho, es que es algo que ocurre. Un agricultor o ganadero con experiencia sabe bien que los años secos acaban presentándose y que son potencialmente generadores de pérdidas muy significativas. Pero eso no quiere decir que haya que resignarse a sufrir dichas pérdidas. El seguro agrario está para equilibrar las rentas del campo en momentos en los que la producción se resiente por la falta de agua. En España, está instrumentado a través de un esquema de colaboración público-privada que ha demostrado ya su pertinencia y capacidad, entre otras cosas, enfrentándose a varios episodios relevantes de sequía en las últimas décadas.

Lo inteligente, pues, es pensar en la sequía no sólo cuando no llueve, sino también cuando llueve. Cualquier momento es bueno para asegurar la producción e ingresar en el colectivo de productores que se protegen mutuamente de los riesgos a los que están expuestos. Un sistema que funciona y que, concretamente, funcionó en el 2022 a un ritmo de más de 300.000 euros diarios.