El seguro en los 5 regalos más comunes de San Valentín
Si eres de esa gente súper-romántica, San Valentín te irá mucho. El 14 de febrero, que lo sepas, es el día de los enamorados desde mucho antes que lo inventasen las firmas comerciales; en realidad, es el día de los enamorados desde el momento, hace ya mucho tiempo, en que el hombre se dio cuenta de que es, más o menos, la fecha en la que los pájaros empiezan a hacerse arrumacos.
El día de los enamorados, por definición, es un día de dos, porque dos son los enamorados y, en cuanto son más, ya está el lío montado. Pero, en realidad, se podría pensar que son tres; porque entre tú y tu pareja está el seguro. Sí, sí, el seguro. Cantaba una canción Love is in the air, el amor está en el aire. Pero lo que realmente está en el aire, en todas partes, es el seguro.
Bombones
El clásico entre los clásicos en San Valentín es la caja de bombones con forma de corazón. Que está llena de chocolates, pero también de seguros. Es un seguro el que ha puesto fácil que puedas comprar la caja, porque al asegurar el transporte hace que éste sea más eficiente. Como es el seguro que está detrás del propio fabricante de los bombones con una cosa que se llama RC de Producto, y que cubre las indemnizaciones si, por cualquier causa, los bombones están malos y provocan problemas gastrointestinales en quienes los tomen. Como seguro es también el de crédito, que ayuda al fabricante de los bombones a salir adelante si, por lo que sea, quien se los compre para distribuirlos no le pague.
Flores
Claro que también podrías decantarte por un ramo de flores. En ese caso, deberás saber que lo normal es que quien las planta y cuida no se cubra sólo con insecticidas. También usará el seguro para que esas cosas del clima, o el mal funcionamiento de un invernadero, no le de un disgusto más gordo de lo normal.
Joyas
Si quieres, y puedes, puedes optar por hacer un regalo caro: una joya, por ejemplo. En ese caso, es a ti al que puede bien ayudar el seguro, porque con una buena cobertura de robo podrás reponerla si algún día, a algún amigo de lo ajeno le da por hacerse con ella.
Cena romántica
De una forma más modesta, pero no por ello menos valiosa, puedes decirte por una cenita romántica en ese restaurante que tanto os gusta. Restaurante que, debes saberlo, también echa mano del seguro para servirte la comida, sobre todo para cubrir los daños que pueda causar a terceros; o sea, a ti.
Viaje
Y, por último ¿qué tal un viaje? San Valentín es ideal para esa escapadita sobre la que has estado fantaseando con tu pareja tanto tiempo. Si es así, y si sabes hacer las cosas bien, en la maleta te llevarás un buen seguro que esté ahí si las cosas se tuercen, para que no sea un problema cuidarse y volver.
El seguro, como ves, está, como el amor, en todas partes.