El seguro y la promoción de la paz por Naciones Unidas
En septiembre de 2015, los líderes mundiales adoptaron en el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) un conjunto de objetivos globales, denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible hasta el año 2030 (aquí puedes echarles un vistazo).
Para alcanzar estos objetivos, tal y como apunta la propia ONU, todo el mundo tiene que hacer su parte: los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil.
Uno de los ODS, concretamente el número 16 relacionado con la paz, justicia e instituciones sólidas, es más protagonista si cabe en una fecha como la de hoy: el Día Mundial de la Paz. Todos deseamos la paz y la estabilidad. ¿Y tiene importancia este objetivo para el seguro? La respuesta es, indubitablemente, “sí”.
El compromiso del seguro para contribuir a la consecución de las metas de este ODS es claro e inequívoco. No solo desde su rol como asegurador, sino también como inversor institucional, empleador y dentro de su acción social.
La industria del seguro aporta su granito de arena en asuntos tales como la lucha contra la corrupción y las corrientes financieras ilícitas. No ha de extrañarte. El seguro, como actividad que está fuertemente regulada y supervisada por los poderes públicos, es una herramienta contra el blanqueo de capitales más importante de lo que te imaginas.
Asimismo, el sector trabaja con muchos proveedores: reparadores, profesionales del derecho, de la salud, ingenieros, expertos científicos y sociales… Un universo muy amplio de profesionales a los que transfiere cada año varios miles de millones de euros en pagos, todos ellos producidos con plena transparencia.
Otra de las metas incluidas en este ODS 16 relacionado con la paz pasa por crear, a todos los niveles, instituciones eficaces que rindan cuentas. Esto está en línea con el compromiso total de la institución aseguradora con la transparencia, como bien demuestran iniciativas como Seguros de Entendernos.
Los aseguradores, por ellos mismos, no pueden garantizar el logro de los objetivos ligados a la paz y a las instituciones justas. Son demasiado pequeños para un objetivo que es tan grande, tal vez el más grande de todos. Pero lo que desde luego tienen muy claro es que no serán ellos los que dejen de aportar su grano de arena para construir un mundo transparente, pacífico, equilibrado y justo.