¿Puede una marmota hacer seguros?
Hoy se celebra el Día de la Marmota. Seguramente ya sabes en qué consiste esta curiosa tradición: Una vez al año, el 2 de febrero, en Estados Unidos y en Canadá, un país entero espera a que una marmota salga de su madriguera. De lo que pase depende, teóricamente, la llegada de la primavera. Si la marmota ve su propia sombra (porque el tiempo está claro), volverá a su madriguera, y eso significará seis semanas más de invierno. Si no la ve (por el día nuboso), entonces la primavera se adelantará. No analizaremos la efectividad de la observación, pero sí podemos utilizar el tema como ejemplo para explicarte cómo se configura un seguro.
Supongamos que el propietario de una tienda de ropa decide cambiar sus escaparates y su oferta de acuerdo con la marmota y se plantea la opción de asegurarse contra la posibilidad de que la marmota haya errado en su pronóstico.
Lo primero que necesita un seguro es que quien se asegura esté expuesto a una pérdida. Si el propietario de la tienda adelanta el muestrario de primavera (porque la marmota no ha visto su sombra) y luego el frío no se va, pierde dinero. Si sigue llenando el escaparate de ropa de abrigo (porque la marmota ha visto su sombra) y resulta que la primavera se adelanta, también pierde dinero. Vamos a poner que, haciendo cálculos, llega a la conclusión de que se está jugando 10.000 euros.
La segunda condición es que el riesgo se pueda medir. Es decir: que se pueda saber cuál es la frecuencia con que la marmota ve su sombra o no la ve. Y esto, la verdad, es muy sencillo de contar. De hecho, gracias a algún portal de internet, existen estadísticas sobre qué ha pasado cada año desde hace muchas décadas. Y los resultados son así: si quitamos los años de los que no hay información y un año en el que, al parecer, la marmota no apareció, resulta que el 85,83% de los días la marmota ve su sombra, mientras que no la ve el 14,17% restante: según la marmota, la primavera solo se adelanta uno de cada siete años, lo que indica que la opción de un invierno normal es mucho más probable.
Y aquí está el cálculo final. El seguro, en esencia, no es sino el producto de multiplicar el capital asegurado, es decir, la pérdida que resarciremos como aseguradores si el siniestro ocurre, por la probabilidad del siniestro. Si dijimos que la pérdida podía ser de 10.000 euros, asegurarnos contra la posibilidad de que la marmota vea su sombra y el invierno dure hasta la segunda mitad de marzo genera un precio del seguro de 10.000 x 85,83% = 8.583 euros. Este seguro, quizás, no es muy buen negocio, ya que la extensión del invierno hacia su fecha normal es, claramente, lo más probable.
Pero ¿y si el propietario quisiera asegurarse contra lo contrario? Si lo que le preocupa es que la primavera se adelante y arruine su 2 x 1 en parkas, ya la cosa cambia. 10.000 x 14,17% equivale a 1.417 euros. Estaríamos utilizando la séptima parte de nuestra venta para cubrirnos ante la posibilidad de que dicha venta, en realidad, no se produzca.
Así que ya sabes. ¿Puede una marmota hacer seguros? No lo dudes en ningún momento.