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Responsabilidad civil del seguro de hogar, ¿qué cubre?

El seguro nos cubre ante riesgos que nos pueden provocar pérdidas; y, para la mayoría de nosotros, uno de los peores riesgos al que enfrentarnos es que causemos daño a otro (eso que en Derecho se llama “un tercero”) y ese otro nos reclame reparación. Ésta es la razón por la que empresas, negocios, profesionales y por supuesto conductores de vehículos a motor tienen, a veces por deseo propio, a veces por imperio de la ley, contratan seguros de responsabilidad civil o RC. Pues bien, aunque quizás no lo sepas, tú también estás cubierto por un seguro de responsabilidad civil gracias a tu seguro de hogar. Te vamos a explicar las situaciones más variopintas en las que te protege.

La responsabilidad civil no se le reclama solo a profesionales o empresarios. También en el ámbito más íntimo, que es el del hogar y la familia, podemos provocar daños que a terceras personas que tengamos que reparar. Por eso el seguro familiar por excelencia, el seguro del hogar, también cubre a la familia en sí y los actos que pueda cometer. A esto se le suele llamar responsabilidad civil del cabeza de familia y, la verdad, pocas personas son conscientes del variado abanico de situaciones que puede llegar a cubrir (aunque no debes olvidar que exposiciones genéricas como ésta no pueden sustituir a la lectura de tu contrato de seguro, que es la que te dirá, en tu caso particular, qué tipos de cosas tienes cubiertas, y cuáles no).

¿Qué es la responsabilidad civil del cabeza de familia?

En primer lugar, la RC del cabeza de familia, entendido éste como la persona que está al frente de la unidad familiar, abarca a todas las personas y otros seres que dependen de él. Esto incluye tres grandes categorías: menores a cargo, personal doméstico y mascotas. Los tres pueden causar daños a terceros.

6 situaciones cubiertas por la responsabilidad civil del seguro hogar

1. La mala puntería de tus hijos

Muchos niños, y se sabe, creen que el mundo entero es un estadio de fútbol y no suelen pensar en las consecuencias de patear la pelota a lo bestia. A veces, las ventanas del vecino pagan el pato. Si tu hijo le rompe el cristal al del quinto, la RC de tu seguro de hogar, puede correr con los gastos.

2. Un traspiés de tu empleada de hogar

Durante el desarrollo de su trabajo, los empleados de hogar pueden tener algún traspiés y que algo caiga por ejemplo por una ventana y causar daños a terceras personas. Estos daños quedarían cubiertos por el seguro de hogar.

3. Un mal día de tu perro

Todos los propietarios de animales de compañía son obviamente responsables de los daños que éstos causen a personas, cosas u otros animales. De hecho, como sabes hay una prolija legislación en España, nacional y autonómica, que fija límites mínimos de aseguramiento para los poseedores de determinados animales; si es tu caso, es bueno que revises los límites de contrato del hogar porque, aunque incluye cobertura al respecto, pues puede que alcancen los umbrales marcados por la ley.

4. Una maceta voladora

En general, la RC del cabeza de familia cubre los daños causados por todo objeto sólido o líquido que caiga desde la casa a la calle, causando daños. El tradicional caso de la maceta, que ocurre más veces de lo que te imaginas.

5. El retrovisor que te llevas con tu bici

La RC del seguro de hogar también cubren eventuales daños causados practicando el deporte no federado (amateur, pues) o, por ejemplo, cuando sales con la bici. Pero recuerda, no te confundas: hablamos de la RC, es decir, aquellos daños que tú causes a alguien con tu bici. La RC no cubre los daños en tu propia bici o los que hayas sufrido tú mismo si eres el causante del percance.

6. La ensaladilla con la que intoxicas a tu cuñado

La RC cubre los daños sufridos por personas y cosas dentro de tu casa. En España, ciertamente, somos menos dados que en otras latitudes a denunciar a nuestro propio cuñado si un día tenemos un accidente en su casa; pero, aun así, la cobertura existe. Una cobertura que puede llegar a protegerte en el caso de que invites a amigos o familia a casa porque vas a cocinar tú, luego resulte que interpretas mal las instrucciones de Arguiñano, y vas y los intoxicas.

Así pues, léete bien tu contrato de seguro de hogar porque puede salvarte de las situaciones más insospechadas.