¿Son seguros los campamentos de verano?
Se acaba en cole y empiezan las interminables vacaciones de los niños. Muchos padres tienen, al menos, dos preocupaciones que resolver antes de que acabe el curso escolar. Una es elegir destino vacacional para toda la familia. Otra, pensar qué van a hacer sus hijos mientras ellos todavía tienen que ir al trabajo.
Hay quienes tienen la opción de dejar a los peques con los abuelos para pasar el día en el parque, ver la tele o hacer cuadernos de repaso y así mejorar la lectura, la caligrafía o las habilidades matemáticas. Sin embargo, hay otros padres que deciden mandarlos a un campamento de verano donde puedan vivir grandes experiencias y relacionarse.
Campamentos urbanos, de playa, de montaña o en el extranjero…. Hay gran variedad de posibilidades adecuadas a cada realidad familiar. Pero si algo tienen en común es que en todos ellos el niño estará seguro. Porque todos tienen que asegurarse.
Los campamentos de verano deben tener un seguro de responsabilidad civil, una póliza en la que el organizador se cubre ante posibles daños a terceros producidos por su actividad. Además, hay un seguro de accidentes para proteger los daños que puedan sufrir los niños o los monitores entre tanto correteo. Estas dos coberturas son las más importantes para quienes van al campamento y sus organizadores.
Si el niño se pone malo, también debéis saber los padres que hay campamentos que incluso cubren la asistencia sanitaria. Si, además, os preocupa que el chaval pueda comer algo en mal estado, os interesará conocer que los organizadores a veces tienen un contrato de responsabilidad civil con el proveedor de bebidas y alimentos, para hacer frente a este tipo de intoxicaciones.
Aunque los niños estén unos días fuera de casa, no hay de qué preocuparse. En el campamento, además de divertirse, los chicos estarán protegidos. Y vosotros, los padres, estaréis tranquilos.