seguro de vida

¿Cómo te imaginas al llegar a la jubilación? ¿Viajando por el mundo? ¿Montando en bicicleta? ¿Escribiendo un libro? ¿Cuidando de tus nietos? Sea cual sea la actividad con la que te visualices, lo más probable es que en todos tus sueños te imagines relajado y disfrutando de la vida y esto solo se puede hacer con la tranquilidad de tener salud y un respaldo económico.

Este año, el negocio del ahorro se ha incrementado un 0,93%, lo que significa que, a pesar de la pandemia y de los tipos bajos de interés persistentes, el seguro logra mantener el ahorro a su cargo.

Comprarse una casa no es tarea fácil, no solo por tener que elegir la que más se adecúe a tus condiciones, sino porque una vez que has tomado la decisión, comienza un mundo nuevo para ti de mil condicionantes que desconocías.

Comprar un seguro es una decisión que siempre te obliga a dar un paseo con la imaginación por cosas más bien poco halagüeñas. Quien se asegura es porque sabe que está sometido a un riesgo del que se quiere proteger. Pero no hay paseo como ese que das cuando te haces un seguro de vida (o de decesos), ya que la eventualidad en la que estás pensando es, literalmente, la peor.

Si eres un milenial, entonces tienes, como mucho 35 o 36 años. Así que, habría que estar loco para decirte que necesitas un seguro de vida... ¿o no?